Claves para realizar un paso peatonal accesible
4 de marzo de 2024La accesibilidad universal del entorno es esencial para permitir una movilidad autónoma y segura a todas las personas, en especial, a aquellas con dificultades de movilidad y de comunicación.
Para garantizar la accesibilidad en la trama urbana, uno de los requerimientos más importantes es que los recorridos peatonales sean continuos y no tengan obstáculos, para lo cual es necesario resolver la discontinuidad que, habitualmente, existe entre la acera y la calzada con un vado peatonal o rebaje de acera o con la elevación de la calzada en el paso de peatones.
En función del ancho y de las características de la acera, el vado peatonal se resolverá mediante uno, dos o tres planos inclinados, ya que es esencial que la solución planteada para salvar el desnivel, no alteré las condiciones del itinerario peatonal accesible que continúa por la acera.
Para permitir un cruce seguro, los pasos peatonales se ubicarán en zonas con visibilidad para el peatón, perpendiculares a la vía y directamente frente al vado o rebaje del otro lado.
Su diseño y ubicación cumplirá una serie de requisitos para que puedan ser utilizados por todas las personas:
1. La inclinación del plano inclinado no superará el 10%.
2. La pendiente transversal máxima será en todos los casos del 2%.
3. La anchura mínima libre de paso del plano principal del vado, desde el que se accede a la calzada, será de 1,80 m.
4. El encuentro entre el plano principal del vado y la calzada deberá estar enrasado.
5. El pavimento del vado será antideslizante, duro y estable.
6. Junto a los puntos de cruce, no existirán elementos que puedan obstaculizar el mismo o la detección visual de la calzada y de elementos de seguridad por parte de los peatones, así como la visibilidad de los peatones por parte del conductor.
7. Dispondrá de dos tipos de pavimento táctil indicador:
Una banda transversal a la circulación peatonal que discurre por la acera, desde la línea de fachada y orientada hacia el cruce peatonal, de pavimento acanalado, para facilitar la localización del paso peatonal por parte de personas con baja visión o invidentes usuarias de bastón. De esta forma se garantiza una correcta orientación en el cruce del paso peatonal.
Una banda de advertencia sobre la proximidad de la calzada, con pavimento abotonado, a lo largo de la línea de encuentro entre el vado y la calzada.
Elección del tipo de vado
Los vados a ejecutar no pueden interferir en el itinerario peatonal que continua por la acera, por lo que el tipo de vado dependerá del ancho de la acera y del desnivel entre la acera y la calzada.
La solución más favorable para resolver el cruce peatonal es sobre elevando la calzada, de tal forma que sea el vehículo el que deba salvar el desnivel, quedando el itinerario peatonal a la misma cota. Esta solución, no es técnicamente viable en todas las vías, puesto que interfieren otras normativas de seguridad vial.
En este sentido, cuando no sea posible la elevación de la calzada se debe optar por la ejecución de vados para garantizar una transición accesible desde el itinerario peatonal hasta el paso de peatones.
Teniendo en cuenta los criterios de ancho y desnivel con la calzada, una acera que disponga de un desnivel respecto a la calzada de 15 cm, necesita 1,5 metros para ejecutar el vado a una pendiente de un 10%, esto implica que la acera debe tener una dimensión mínima de 3,00 metros, para garantizar un estrechamiento puntual de 1,50 metros, en el punto de acceso al vado:
En las aceras inferiores a 3,00 metros de ancho, los vados a ejecutar siempre deberán ser de dos planos, al no garantizarse la continuidad del itinerario peatonal accesible, al ser interrumpido por el vado:
Para más información consulta nuestras Fichas Técnicas de Accesibilidad https://sinpromi.es/area-de-accesibilidad/servicios-en-accesibilidad/fichas-tecnicas-de-accesibilidad/