El Cabildo de Tenerife, a través del área de Empleo, Desarrollo Socioeconómico y Acción Exterior, que dirige la consejera Carmen Luz Baso, ha incrementado en más de un millón de euros la dotación a programas de empleo para personas con dificultades de inserción, hasta un total de 3,9 millones de euros. Esta dotación se gestionará a través del programa Barrios por el empleo, Juntos Más fuertes, al que este año se suma la participación de Sinpromi, la Sociedad Insular para la Promoción de Personas con Discapacidad, entidad dependiente del área de Acción Social, que dirige Marián Franquet.
El proyecto, que coordina el Cabildo a través de FIFEDE, cuenta con la participación de Cáritas, Don Bosco Salesianos Social, Cruz Roja y la Fundación General de la Universidad de La Laguna, además de Sinpromi. Barrios por el Empleo cuenta con centros de atención en todas las zonas de la isla y ofrece orientación, formación, intermediación laboral y gestión de prácticas no laborales en empresas, así como un apoyo permanente en todo el proceso para la mejora de la empleabilidad.
Carmen Luz Baso ha señalado que “incrementamos en 1,1 millones el presupuesto del proyecto, que alcanza este año los 3,9 millones, lo que supone un 40% más que en 2020. Se trata de la mayor dotación presupuestaria que ha tenido el proyecto desde su creación, en 2015, con la que pretendemos llegar a más personas desempleadas y seguir impulsando las inserciones laborales”. Además, ha recordado que “el Cabildo de Tenerife ha aprobado unos presupuestos para 2021 que ponen el foco en el empleo y la acción social, alineados con lo que la sociedad tinerfeña necesita en estos momentos de dificultad”.
Por su parte, Marián Franquet ha explicado los detalles de la participación de Sinpromi en Barrios por el Empleo, “que se va a ocupar de las personas con discapacidades severas, porque requieren de una especialización muy concreta”. Esta atención, detalló la consejera, se llevará a cabo “en cinco nodos que abarcarán todos los territorios de la Isla”.
En este sentido, Franquet ha asegurado que uno de los “grandes objetivos es integrar de manera transversal en los proyectos de empleo la atención especializada y profesional a personas con discapacidad, para lo que contamos con la experiencia acreditada de Sinpromi en esta materia”. “Es importante llevar a cabo la acción social de forma coordinada con el resto de áreas, poniendo el foco en las personas de colectivos más vulnerables”, ha dicho.
En representación de las entidades que ejecutan el proyecto, ha intervenido el director-gerente de la Fundación General de la Universidad de La Laguna, Juan Diego Betancor, quien ha dicho que “este proyecto tiene como elemento que lo distingue de otros el desarrollo académico y el aprovechamiento del conocimiento social. La evolución del proyecto en los últimos años ha demostrado que la transferencia del conocimiento lo ha hecho mejorar”, señaló. En esta línea, destacó que “las entidades que desarrollamos el proyecto tenemos el objetivo de facilitar que la ciudadanía más vulnerable pueda recibir una atención lo más integral posible para mejorar su nivel de empleabilidad”.
En 2020, pese a la situación de pandemia, más de 2.800 personas completaron un itinerario personalizado de inserción y 800 de ellas lograron un puesto de trabajo. Una de las principales novedades del proyecto de este año será la atención especializada a personas con discapacidad, gracias a la experiencia en esta materia de Sinpromi, así como un nuevo servicio de apoyo al emprendimiento. Estos servicios se suman a otros programas específicos como el de orientación e información a personas migrantes, personas trans, personas sin hogar o jóvenes que abandonaron prematuramente la formación reglada.
A raíz del confinamiento decretado en marzo de 2020, Barrios por el empleo adaptó su metodología y sus acciones para dar respuesta a las personas más afectadas por la crisis económica y social que trajo consigo la situación sanitaria. Barrios por el Empleo forma parte del Marco Estratégico de Desarrollo Insular (Medi) y cuenta con la cofinanciación del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan).
Cómo hacer más accesible tu vivienda
La vivienda es un bien básico, que cubre una necesidad primaria y la accesibilidad se convierte en un elemento esencial, para que muchas personas puedan entrar y salir de su hogar y realizar las tareas cotidianas, en condiciones de seguridad y comodidad. El Área de Accesibilidad de Sinpromi recomienda algunas soluciones sencillas, que mejoran tu seguridad y calidad de vida
La accesibilidad universal es la característica de los entornos, productos y servicios, que permite a las personas movernos y utilizar todos los recursos de forma autónoma, segura y cómoda, sin importar nuestra edad o capacidad.
A lo largo de nuestra vida, pasamos por situaciones donde nos encontramos con dificultades de movilidad: en la niñez, vejez o embarazo; cuando tenemos lesiones temporales que nos impiden desplazarnos, manipular, ver u oír como lo hacemos habitualmente; al desplazarnos con carrito de bebé, con la compra; entre otras circunstancias.
La vivienda es un bien básico que cubre una necesidad primaria y la accesibilidad se convierte en un elemento esencial para que muchas personas puedan entrar y salir de su hogar y realizar las tareas cotidianas, en condiciones de seguridad y comodidad.
En algunos casos, la mejora de la accesibilidad de la vivienda requiere la realización de obras en las zonas comunes, como la ejecución de rampas, instalación de elevadores o de ascensores, en estos casos, es necesario solicitar la necesidad de estas mejoras a la comunidad de propietarios, para que se adopte la mejor solución, de acuerdo a los requerimientos de la normativa y, si fuera necesario, se gestione la petición de ayudas económicas para su financiación. En otros casos, es necesario mejorar la accesibilidad en el interior de la vivienda, y la dotación de productos de apoyo específicos para facilitar la autonomía personal o ayudar al cuidador en las tareas de cuidado.
En ambas situaciones, es importante realizar consultas previas y solicitar asesoramiento técnico especializado para cumplir con todos los requerimientos técnicos, normativos y funcionales. Así, la actuación de mejora será segura y cómoda para todas las personas.
Realizar reformas que no se adapten a la normativa, además de incumplir la legislación vigente, con sus consecuencias legales, pueden ocasionar situaciones de peligro e inseguridad para las personas usuarias. Además, la Comunidad de Propietarios será responsable de estos posibles accidentes.
El Área de Accesibilidad de Sinpromi, dispone de un equipo técnico especializado que asesora y orienta sobre la mejor solución de accesibilidad, que cumpla con la normativa vigente y que se adapte a las características del edificio. Al margen de estas actuaciones, que requieren intervenciones de importancia, podemos mejorar la accesibilidad de nuestra vivienda, teniendo en cuenta algunas recomendaciones sencillas:
PASILLOS Y PUERTAS
De manera general, todas las puertas, tanto la principal como las interiores, tendrán un ancho mínimo de 80 cm, incluso la de los baños y solana. En algunas viviendas, dependiendo del año de construcción, esta condición no se cumple, pero podemos mejorar la accesibilidad, manteniendo despejadas las zonas de paso, de forma que podamos circular con comodidad y seguridad, nos referimos principalmente al vestíbulo, pasillos y espacios a ambos lados de las puertas. Debemos eliminar mobiliario, alfombras, macetas y otros elementos, que reduzcan el espacio y nos puedan generar tropiezos y caídas.
BAÑO
El baño es el espacio de la vivienda que más dificultades presenta para una persona con movilidad reducida, debido a la cantidad de maniobras y a la necesidad de manipulación precisa de diversos elementos, siendo el lugar donde se requiere un mayor cuidado en los detalles y medidas, para que la accesibilidad sea integral y completa.
Para mejorar la accesibilidad del baño, es fundamental ganar espacio en el interior, y una buena opción es, eliminar el bidé, de esta forma obtenemos más espacio que nos permita una mayor movilidad y, en su caso, que lo podamos utilizar si requerimos la ayuda de otra persona. Es importante que el pavimento sea antideslizante en seco y mojado.
También ganamos espacio, cambiando la puerta abatible por otra con apertura de corredera, aunque debemos tener en cuenta, que se necesita espacio para el desplazamiento de la misma y que el hueco en la tabiquería sea mayor, para garantizar un paso mínimo de 80 cm.
Otro aspecto fundamental es sustituir la bañera por un plato de ducha, pues resulta mucho más accesible y seguro para todas las personas. Lo ideal es que el plato de ducha quede enrasado con el pavimento, de esta forma evitamos desniveles que puedan provocar caídas y favorecemos el acceso desde una silla de ruedas. Actualmente, existen muchas marcas en el mercado que comercializan este tipo de platos de ducha. El espacio para la ducha tendrá unas dimensiones mínimas de 80×120 cm, para que resulte cómodo y permita la posibilidad de colocar en su interior un asiento o acceder con una silla de ruedas para ducha. Otra posibilidad es instalar un asiento abatible, de forma que si no es necesario quede recogido. Este asiento se deberá colocar a una altura de 45 cm, respecto del suelo. Para mejorar la seguridad en esta zona, también es adecuado instalar barras de ayuda en las paredes laterales.
Para hacer más cómodo el uso de la ducha por cualquier persona, la grifería se deberá situar en el lado más largo, a una altura entre 90-120 cm, con ducha de mano con barra para altura regulable. De esta forma, se podrá manipular de forma autónoma por una persona sentada en su interior. Todas las griferías serán monomando.
INODORO
El modelo más accesible es el convencional, con cisterna de tanque bajo y mecanismo de descarga de pulsador, pero también es recomendable optar por los inodoros-bidé, pudiendo disfrutar de la higiene diaria, con total seguridad y tranquilidad. En algunos casos, puede ser necesario instalar barras de ayuda abatibles a los lados, para una utilización más segura por personas con dificultades de movilidad, estas se colocarán a una altura entre 70-75 cm. Para su utilización por una persona en silla de ruedas, además, es necesario que a un lado del inodoro exista un espacio libre, para permitir la colocación de la silla y realizar la transferencia al inodoro y viceversa. El borde superior del inodoro estará entre 45-50 cm de altura, para equipararse con la altura del asiento de una silla de ruedas y facilitar la transferencia.
LAVABO
En ocasiones, puede ser necesario tener libre la parte inferior del lavabo, para facilitar el acercamiento de una persona usuaria de silla de ruedas. En este caso, deberá tener una altura libre bajo el mismo de 70 cm.
Para permitir la visión en el espejo de cualquiera de los habitantes de la vivienda, niños, adultos, … el espejo se colocará con el borde inferior a 90 cm del suelo, y tendrá un alto de 1,00 m.
COCINA
La cocina es otra de las piezas de la vivienda en la que realizamos diversas tareas y requiere una atención especial. Una solución muy accesible es integrar la zona de cocina en el salón, de esta forma se eliminan tabiques y puertas, ganando espacio de uso y favoreciendo la movilidad y comunicación, entre estas dos zonas.
Para que el mobiliario de la cocina pueda ser utilizado por una persona usuaria de silla de ruedas, deberá existir un espacio de aproximación frente al fregadero, cocina y nevera, como mínimo de 1,50 m y un espacio libre, sin muebles, bajo la encimera, en la zona del fregadero y cocina, de 0.70 m de altura, para permitir el acercamiento y el uso de estas piezas. La altura de la encimera no debe ser superior a 0.85 m. Para favorecer el alcance, se pueden colocar muebles despenseros, que permiten la colocación de menaje y alimentos a una altura accesible, no mayor a 1,20 m.
DORMITORIO
En el interior del dormitorio debemos tener un espacio libre amplio frente a la cama y armario, que permita la movilidad con comodidad y acceder a los estantes, gavetas y perchas de la zona de almacenaje. Además, es necesario, tener espacio a ambos lados de la cama.
Es recomendable que la cama tenga un colchón firme a una altura de 45-50 cm. Para mejorar la comodidad y accesibilidad, las camas articuladas eléctricas son una opción muy recomendable y para algunas personas, una elección esencial que les permite mayor autonomía en la movilidad.
Los armarios tendrán preferiblemente las puertas de corredera; la zona inferior, hasta una altura mínima de 40 cm, quedara libre de elementos, para favorecer el acercamiento de una persona usuaria de silla de ruedas. Las barras se colocarán a diferentes alturas, permitiendo la autonomía de los habitantes de la casa.
MOBILIARIO
Los sofás serán firmes, con una profundidad del asiento no mayor de 60 cm, para favorecer el descanso de la espalda sin tener que elevar los pies. Las sillas tendrán ligeramente inclinado el respaldo y, si es posible, tendrán apoyabrazos, para favorecer la acción de levantarse.
Las mesas tendrán una altura máxima de 0.80 m y un espacio libre bajo plano de trabajo de 0.70 m, la disposición de las patas permitirá la aproximación de una persona usuaria de silla de ruedas. Para ello, estarán separadas entre sí 0.90 m como mínimo. Las mesas con pata central no son recomendables, a menos que dispongan de más de 50 cm de distancia entre el borde y la pata central.
Todos los accesorios y mecanismos estarán colocados a una altura no superior a 1.20 m y no inferior a 0.40 m. y deberán ser de fácil manipulación, mediante presión o palanca con la palma de la mano, interruptores, mecanismos de encendido de las lámparas de sobremesa o de pie, mecanismos de aire acondicionado o calefacción, electrodomésticos, sistemas de aperturas de puertas y ventanas…
Área de Accesibilidad Sinpromi S.L
Franquet recuerda las consecuencias de la crisis en el empleo en las personas más vulnerables
Sinpromi intensifica el trabajo con las empresas, para garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo de las personas con discapacidad
La consejera de Acción Social del Cabildo de Tenerife, Marián Franquet, recuerda que “la disminución en la nueva contratación, provocada por la Covid 19, que ha afectado a la población en general, también se ha visto reflejada en el acceso al empleo de las personas más vulnerables, como son las personas con discapacidad”.
En este sentido, el Cabildo de Tenerife, a través de Sinpromi, gestionó el pasado año 335 contratos para personas con discapacidad, lo que supone una disminución del 42% en relación a los gestionados en 2019, resultado de los efectos de la crisis provocada por el coronavirus en materia de empleo, sobre todo en el sector turístico de la isla. Cabe destacar que más de la mitad de los contratos formalizados (207), corresponden a personas con especiales dificultades de inserción, como son las personas con problemas de salud mental y discapacidad intelectual.
Marián Franquet afirma que “las cifras muestran que la caída del sector turístico, que acoge a un gran número de personas con discapacidad demandes de empleo y en el que Sinpromi lleva a cabo una intensa labor de inserción laboral, ha afectado especialmente a la contratación de las personas con discapacidad”.
Por ello, la consejera insular de Acción Social destaca que “en estos momentos complicados, desde Sinpromi estamos trabajando con las empresas, para que las personas con discapacidad puedan acceder a los puestos de trabajo ofertados y se garantice la igualdad de oportunidades en el empleo. Asimismo, el equipo técnico del Área de Integración Laboral hace una intensa labor de seguimiento de las personas empleadas, al objeto de prestar el apoyo necesario a todas las personas con discapacidad que, debido a la actual situación, se han visto afectadas por un cambio de circunstancias laborales, así como con las personas que demandan nuestros servicios de intermediación laboral, para la búsqueda de empleo”.
Los datos obtenidos por Sinpromi reflejan que el pasado año, la restricciones del turismo han afectado al empleo en la hostelería, siendo el sector servicios el mayor proveedor de contratos para personas con discapacidad, gestionados por esta sociedad insular durante 2010. Los puestos más ofertados por las empresas fueron dependiente, auxiliar administrativo, limpieza, jardinería, peón agrícola y forestal.
Sobre la temporalidad de los contratos, cabe reseñar que el 94% fue de carácter temporal y el resto, un 6%, de carácter indefinido. Asimismo, el pasado año hubo similares cifras en el número de contratación de hombres, concretamente el 50,74% de los contratos, frente al 49,26% para mujeres (170 hombres y 165 mujeres contratadas).
El objetivo del Área de Empleo de Sinpromi es ofrecer un servicio personalizado, con el fin de unir los intereses de las empresas con las personas beneficiarias. En este sentido y durante el pasado año, se recibieron ofertas de empleo para personas con discapacidad provenientes de 262 empresas y Sinpromi contactó con 350 empresas, al objeto de asesorar en materia de Responsabilidad Social Corporativa y diversidad.
Asimismo, el Área de Empleo de esta sociedad insular proporcionó en 2020, orientación profesional a más de 546 personas, de manera presencial y telemática, así como seguimiento a 385 personas empleadas, a través del trabajo de intermediación laboral de esta sociedad insular.
Sinpromi es una entidad pionera en la aplicación de diferentes metodologías de empleo específicas, para atender las necesidades de las personas con discapacidad y apoyar su incorporación al mercado ordinario de trabajo. Entre ellas, se encuentra el empleo con apoyo, que constituye uno de los métodos más eficaces para la inclusión de personas con discapacidades significativas. En este caso, la figura del técnico en preparación laboral acompaña a la persona, facilitando el entrenamiento en las habilidades y tareas propias del puesto.
En cuanto a la inserción de personas con discapacidad por problemas de salud mental, el grupo de profesionales en psicología, que forman los Equipos de Apoyo Individualizados al Empleo (EAIE) de Sinpromi, trabajan en red con los servicios sanitarios de salud mental para la integración al trabajo, proporcionando un apoyo constante antes y después de la incorporación laboral.